Trilby: The Art of Theft

Trilby: The Art of Theft es un juego de sigilo en el que los jugadores asumirán el papel de Trilby, un ladrón de guante blanco que tras pasar por una serie de acontecimientos sobrenaturales (acontecidos en juegos anteriores), intentará volver a su hábito preferido: robar.

De esta forma, Trilby abandona el género de las aventuras gráficas para embarcarse en un juego de sigilo en dos dimensiones donde la habilidad será nuestra principal arma. El objetivo de cada nivel, si bien variará, normalmente será robar una serie de objetos repartidos por un edificio, algo que tendremos que hacer sin ser visto por los múltiples guardias y cámaras de seguridad con los que nos toparemos.

Aunque Trilby: The Art of Theft cuenta, como el resto de títulos de la saga, con una historia protagonizada por el ladrón que da nombre al propio juego; lo más importante es la elegante mecánica de la que hace gala. Nuestro personaje se mueve de manera fluida por los distintos escenarios, y tiene a su disposición un amplio abanico de movimientos que va desde agacharse y trepar, hasta utilizar un táser con los guardias enemigos, pasando por pegarse a las sombras para pasar desapercibido.

Trilby: The Art of Theft es un juego de sigilo excelente, que además de tener a un protagonista carismático, cuenta con una mecánica de lo más divertida. Lo mejor: pese a que se necesita mucha habilidad para salir triunfante de cada nivel, el juego no es tan difícil como parece al principio.